De tal manera

Que grande es el amor de Dios.

Sentir de un amigo, para compartir

Un Día tuve un deseo, el deseo de ser libre.

La busqué en los montes, y dime cuenta de que allí no se es libre del todo, pues.... por muy alta que fuera la montaña, no podía alcanzar el cielo.

Lo intenté en el mar, pero también me sentí atrapado, ya que no podía ir a tierra.

Por último probé a volar, y allí, si que me sentí libre, creí por un momento que ya lo había conseguido, pero, dime cuenta que tampoco era totalmente feliz, podía pisar el suelo, pero no sumergirme en las maravillas del mar.

Exhausto, arto de buscar y decepcionado, creí que la vida no tenia sentido, que los sueños eran imposibles.

Estaba yo maldiciendo mi mala suerte cuando, un anciano se acerco a mí y me dijo:

-Hijo, yo se donde puedes encontrar esa libertad que tanto añoras.

-¿Donde mi Señor? dígamelo e iré a buscarla- respondí ansioso.

-No has de buscarla ansioso- recibí por respuesta- esa libertad algún día llegará a ti...

¿Que es?- pregunté.

-No La busques, ella llegará a ti, solo te la puede otorgar El padre, sólo él, llamándonos a su lado, nos ofrece esa libertad.

No has de tener miedo a su llamada, por que venga disfrazada de tristeza.

-¿Tristeza?

-Sí, Cuando Dios nos llama junto a él, debemos abandonar la vida terrenal, es el único modo de ser libres….

- Entonces…Yo, y hoy más que nunca, quiero ser libre.

D. J. R. V